Foto de la autora: Marcela Sánchez - MARA
EL VIENTO FATIGADO POR LOS PÁJAROS
POEMAS DE LUZ MARY GIRALDO
Del libro: De artes y oficios. Taller de Edición Rocca, 2015
MÁS
PODEROSO QUE LA MUERTE
Como árbol de nubes y manto de
pájaros al aire
llega el amor que desordena todo
con su música breve.
Más dulce
que el vino y más poderoso que la muerte
llama con voz de seda tejida en flecha ponzoñosa.
Es vuelo de colibrí suspendido en
el aire
y llega como se va:
desafiando el silencio.
ARTE DE TEJER
Como arañas colgadas en los muros
se teje y desteje la tela
pegajosa de quien cae en la red.
Saltan nombres que un solo click trae de regreso
al amor que se sabe pasajero.
Todo cruza en los hilos de esa
joven Penélope
que junta el tejido de una nueva
democracia.
Entre caritas repetidas pasa la
vida a la basura
con cada una de las manos que
señalan en todas
direcciones
me gusta no me gusta lo comparto
y los dibujos ríen y lloran y
aman y están tristes
maúllan o ladran
en las voces que trinan en esas
avenidas
de soledad y desamparo.
Hay un juego de espejos en la
red:
el amor que no empieza y la
amistad que se acaba
las fotos que invaden la pantalla
la imagen cambiante como la ropa
vieja
la tensión de los puntos que
anuncian la escritura esperada.
En ese espejo de letras
solitarias
teje una araña el laberinto donde
Asterión se esconde
y Teseo busca los hilos que lo
acercan a Ariadna
o que lo alejan.
Leonora Carrington, El templo de la palabra, 1954
CANCIÓN SIN PALABRAS
(A la manera de Franz Schubert)
¿Quién te conoce, amor,
si no nos conocés?
¿Si tu péndulo tiene
el vaivén de dos caras?
Juan Gelman
Los amantes tejen historias
mientras hilan y deshilan sus
galaxias.
Un violín acompasa con zumbidos
de sueño
en cada cuerpo
y Amor cabe en la canción sin
palabras:
suena con A de alma y de alhaja
si eleva una melodía con notas de
color y de ansia.
Se dice desamor
si un exceso de frases reclama
falta de luz y de aire
y se escribe con D
de dolor y desamparo
o con A de asma y de ausencia.
Amor es música de alas
preludio y fuga en un arpegio
elegía anunciada.
Desamor abandona
atropella las sílabas y la
esperanza
si un violoncelo rompe sus
cuerdas
en el destiempo de los ruidos y
las sombras.
Los músicos despliegan con
armonía su vuelo
si elevan el vaivén del amor
sobre las cuerdas del aire.
DE NUEVO LA
PÁGINA
Acariciar las palabras
saberlas imperfectas
borrarlas o tacharlas
rasgar el papel
arrugarlo
echarlo al cesto
rescatarlo
unir los trozos
uno a uno
planchar la página
diccionario de dolor.
Preguntar porqué te has ido
porqué sigues llenando de
tachones mis cuadernos
y de remiendos mi corazón
que página estrujada o cristal
roto
no lucirá jamás el brillo de piel
lisa
y de ilusión.
Armar las palabras
desarmarlas en la página
ajustar trozos
y hacerlos respirar en el poema.
Leonora Carrington, Las distracciones de Dagobert, 1945
CARICATURA
DEL ADIÓS
Colgada a una baranda
la emoción silabea
y es palabra tartamuda
atrapada en la tela de araña del
insomnio
o suspendida en el limbo
como fotografía que se desvanece
en la inagotable y borrosa
caricatura del adiós.
CONFESIÓN DE HERA
De todas las palabras odio la que
nunca pronuncias.
Esa que gritas hacia adentro
para que no toque mi pecho ni
llegue a mis oídos.
La que pasa en silencio
y muerde sin compasión mis días y
mis noches.
De todas las palabras
prefiero este paréntesis
del viento que roza la ventana
un invierno en Florencia
con Martha y con David y Sara
dando vueltas
y la lluvia lavando las calles y
los puentes
y el corazón abierto a la vida
que pasa.
Escucho a Hera cuando exclama:
no huyas, Zeus, no te escondas,
el nuevo oráculo señala tu
traición
y anuncia que has de morir
bajo el puñal de mis palabras.
Leonora Carrington, Autorretrato, 1936
POEMA CON
ARAÑA
Como si llegara por primera vez
igual a una araña que sigilosa
teje
frente a un cuerpo asustado.
Como si midiera la distancia
cosiendo mi corazón con sus ocho
brazos
la palabra
atrapada en el hilo del verso
tiembla inútil
en la elástica y pegajosa hebra
del poema
y es araña que caza los días
mientras enreda el último suspiro
o el amanecer.
El poema cae sobre la tela
o al borde de mí
teje la vida y la sentencia
extiende su sombra en la luz
y en el hilo donde gotea el
tiempo.
COMO UN
CENTINELA
La vida por siempre dando vueltas
y como un centinela en los
rincones
la muerte llama en silencio con
todo y sus gerundios:
gato lamiéndose despacio
perro ladrando en la mitad del
sueño
pájaro cantando al comenzar el
día
mientras tejen su tela las
arañas.
Golpea el viento
apaga la luz en la ventana
se escucha la zozobra
y el silencio recoge
expectativas.
Parpadean los hilos del asombro
y en la soledad de un pájaro
oigo distintas formas de alegría:
pequeñas cosas que pasan en la
casa.
SONIDOS EN LA LUZ
En el silencio
un trino o un
granizo
la mirada de un
hombre en medio de la plaza
el paso de una
mujer hacia la ruina
un niño con ojos
asustados.
Se enredan las
palabras
atropellan
señalan la sombra:
sonidos de ese hombre
de esa mujer
o de ese niño
hilo de luz
en la tiniebla.
En el silencio
un trino
un alarido
un hombre solo
una mujer con ojos
asustados
un niño
única luz en el
desierto.
CANCIÓN
DONDE ESTÁ LA SOLEDAD
Buscas un pentagrama en el vacío
de la luz
y encuentras un muro de
habitaciones desoladas.
Te niegas a respirar el aire
donde se eleva el dolor.
Tus palabras no entienden qué fue
ni qué pasó.
Te niegas a los pies desnudos
y a caminar sobre piedras rotas.
Tu voz amordazada no exclama
ni siquiera dice ¡ay!
La sirenas guardan silencio
–dijo Kafka–
y el mundo se llena con ausentes.
Leonora Carrington, El baño del pájaro, 1978
Del libro: El tiempo se volvió poema. Ediciones Cafastía, 1974
NUNCA LLEGÓ EL VERDADERO Y SABIDO NOMBRE
El ave
que algunos llaman Tiempo
se alargó en el desierto de los hombres
y cada mañana se enredó en sus ojos.
Trataron de construir una palabra
pero faltaron piedras:
NADIE PUDO ENTENDERSE DESDE ENTONCES.
Del libro: Con la vida. Universidad Javeriana, 1997
LA HORA DE LOS PÁJAROS
Inasible y costurera
la palabra
cubre con tela engañosa
la herida de la noche:
juega a la libertad o sueña la ventura.
Como eterna Penélope
teje la túnica de todos
deshilvana el secreto de la espera
hasta inventar un nuevo rostro
o un espejo sin nombre.
Inasible y costurera
oye pasar el viento
fatigado por los pájaros.
* * *
NOTA BIOGRÁFICA. Luz Mary Giraldo (Ibagué, Colombia). Poeta, ensayista, antóloga y profesora universitaria
con libros de ensayo, antologías de cuento y valoraciones críticas sobre
autores colombianos. Entre sus libros de poesía: De artes y de oficios (2015); Llévame
como un verso (2011); Sonidos en la
luz (2010); Postal de viaje
(2004); Hoja por hoja (2002); Con la vida (1997), Camino de los sueños (1981), El tiempo se volvió poema (1974) y las antologías: Il volto nascosto dell’ amore -Poesie 2010-2016- (Italia 2017,
español-italiano), Canto de pájaros (Rumania
2015 -español, inglés, rumano, versión completa Biblioteca Digital de Bogotá http://www.bibliotecadigitalbogota.gov.co/) y Diario
vivir (2012). Poemas traducidos al inglés, francés, italiano, portugués,
macedonio, croata y rumano. Distinciones: Gran
Premio Internacional de Poesía en Rumania, 2013 y Mención Honorífica en Poesía, Academia Oriente-Occidente (Curtea de
Arges, Rumania, 2016); nominada al Premio
Fernández Labrador en Poesía, Salamanca, 2016; Premio Internacional LASA-Monserrat Ordóñez, 2012; Premio Nacional de Poesía Casa Silva Poesía
en el concurso “La Poesía como una Casa”, 2011, Mención
Honorífica en Investigación Instituto Distrital de Cultura, 2004; Mención Honorífica en el Premio
Internacional de Ensayo Convenio Andrés Bello, 2000 y Beca Nacional de
Literatura Ministerio de Cultura, 1999.
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Derechos reservados
©Luz Mary Giraldo
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